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domingo, 30 de septiembre de 2018

El arte.


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El arte por sí solo no es arte, es monólogo. Aunque haya monólogos artísticos que intentan comunicar algo, el arte por sí solo no comunica nada. El arte siempre está expuesto a unos ojos, a unos oídos, a unas sensibilidades. Los ojos, los oídos y las sensibilidades interpretan, digieren al arte. Y el arte, a su vez, puede digerir y escupir a estos ojos, a estos oídos, a estas sensibilidades. El arte que comunica es arte. El arte que no dialoga, no es arte.

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El arte debe comunicar, debe rebajar su ego. El arte debe ser apreciable para todos. No puede haber un arte estrictamente para artistas. Si hay arte para artistas, no hay en realidad arte ni hay en realidad artistas. El arte comunica en cuanto que se enmarca en dinámicas múltiples. De la multiplicidad se nutre, de la multiplicidad vive. El arte que se niegue a trabajar con lo múltiple, no es arte.

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El arte se debe a su autor. El arte que se deba a una industria no es arte, es servicio público. El que quiera que el arte satisfaga todas sus demandas no busca arte, busca una vida imposible. El que quiera que el arte cumpla sus expectativas, no busca arte. El que cree que tiene derecho sobre la obra se equivoca: la historia le antecede, la obra le empequeñece.

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El arte es común. El arte no es cuestión de apellidos, el arte no es cuestión de consagraciones. El que elija el camino del arte por cuestiones de moda, elige el camino equivocado. El arte es miseria, belleza y agravios. La miseria, pues no supone riqueza. Belleza, pues busca lo excepcional. Agravios, pues transgrede los límites de lo normal. Y, sin embargo, vive por y para lo normal. Quien busque en el arte algo diferente de lo que le entrega la vida, no busca arte; busca redención.

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El arte no es conocimiento instrumental. El arte no es sabiduría. El arte es expresión, el arte es manifestación. Sólo a través de su exposición el arte puede llegar a ser arte. La obra así se mantiene siempre abierta, siempre dispuesta al dialogo, al empequeñecimiento y al fracaso. El arte que no se planteé el fracaso seriamente, no es arte. Toda forma de existencia humana tiene ahí sus límites, tiene ahí sus fronteras.

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El arte no es eterno. Todo arte está condenado al tiempo, todo arte está condenado a desaparecer. Todos estamos condenados al tiempo… y a desaparecer.

domingo, 9 de septiembre de 2018

El éxodo venezolano (como oportunidad).


La International Organization for Migration ha publicado recientemente cifras sobre la llegada inmigrantes al conteniente europeo durante el periodo comprendido entre los años 2015 y 2018. Casi un millón setecientos mil inmigrantes han llegado a Europa durante los últimos tres años, teniendo el pico de mayor ingreso el año 2015, año que está marcado por la crisis de los refugiados en Europa[1].

Bien recordamos las secuelas de esta crisis migratoria. Varios países de Europa cerraron sus fronteras[2], otros se rehusaron a tomar cartas sobre el asunto. La comunidad internacional en general se volcó de cara a la resolución de la crisis migratoria en aquel entonces. La exigencia de soluciones era incesante, la indiferencia de ciertos sectores fue tenaz. Gobiernos nacionalistas se aprovecharon de la situación y tras este triste episodio se vio una crisis de institucionalidad sin precedentes en el marco de la Unión Europea[3].

Hoy en día la crisis ha tomado un nuevo rumbo. Sin embargo las secuelas aún siguen vivas[4]. Ha sido difícil para el mundo occidental entenderlo, pero el movimiento es un rasgo casi ontológico de nuestra existencia, una cuestión propia del ser humano. Poner barreras no detendrá el andar de las personas, recurrir al discurso racial no resolverá nada si, primero, no se entiende el anacronismo contenido en dicha forma de interpretar la realidad y, segundo, si no se resuelven ni se comprenden los problemas de fondo que obligan a las personas a salir de sus sitios de origen.

Hacemos eco de este contexto para ilustrar el éxodo de venezolanos que actualmente ha puesto en alerta a los gobiernos y a los ciudadanos de América Latina[5]. Las cifras más optimistas vaticinan que más de dos millones de venezolanos han salido del país durante los últimos cuatros años[6]. Otras arrojan un total aterrador de casi cuatro millones de venezolanos abandonando su país durante el mismo periodo[7]. Hablamos en ambos casos de una desbandada, de una crisis migratoria inédita en la historia de nuestra región.

Para éste año tan sólo en Ecuador han entrado cerca de quinientos cincuenta mil venezolanos[8]. Y así como entran en Ecuador, también entran a Perú, Chile, Uruguay, Argentina y Brasil. Es, sin lugar a duda, una crisis humanitaria[9]. Las condiciones internas del país empujan a todos sus ciudadanos a buscar su futuro en otras latitudes.

El caso de los venezolanos entrando a territorio colombiano ha sido significativo. Al ser uno de los países que cuenta con fronteras terrestres transitables con Venezuela, Colombia se ha convertido en el sitio predilecto al cual recurren las personas que salen de Venezuela, bien sea de paso o bien sea para establecerse. Momentáneamente no hay cifras que hablen del número total de venezolanos que han entrado a territorio colombiano. Sin embargo, en el caso de Cali, capital del Valle del Cauca, se estima que entran cuatrocientos venezolanos al día[10]. Un censo nacional realizado en el primer semestre del año indicaba que había un total de dieciséis mil venezolanos tan solo en el Valle del Cauca[11].

Son cifras que hablan de una situación que, si no es bien atendida, puede devenir en un ambiente tenso dentro de territorio tanto colombiano como de los distintos países a los que llegan los venezolanos. Ya se han registrado situaciones de xenofobia en la región[12], y los gobiernos no pueden permanecer silentes e indiferentes ante una crisis que tendrá inevitables consecuencias dentro de las economías y tejidos sociales de cada país.

Ese es el panorama en un plano muy cuantitativo. Ahora bien, en el plano cualitativo la situación puede ser abordada desde distintas vertientes. Bien sea las historias de las personas que salen, las circunstancias que las empujan a tomar tal decisión, las vidas y los seres queridos que dejan, entre otros. A nosotros nos interesa resaltar la oportunidad que significa todo el proceso migratorio venezolano tanto para Venezuela como para Colombia.

Resulta un lugar común interpretar las crisis como ventanas de oportunidad, como procesos donde puede haber ganancia a pesar de la adversidad. Si bien la situación no tiene una solución posible ni a corto ni mediano plazo, es necesario apuntar que el escenario de por sí cuenta con rasgos inéditos. No sólo por la suma de seres humanos que sale, ni por las cifras ni indicadores que envuelven la crisis venezolana. Lo inédito en este caso se encuentra en un plano más cultural, más propio de las sensibilidades.

En primera instancia por el carácter del pueblo venezolano, el cual durante su historia moderna fue influenciado por las distintas nacionalidades que llegaron a Venezuela. No solo colombianos, sino también españoles, portugueses, italianos, chilenos, peruanos, ecuatorianos, sirios, libaneses y demás. La situación económica del Estado venezolano era favorable, cualquier persona del mundo consideraba atractiva la idea de ir y hacer una vida en Venezuela. Es decir, Venezuela fue un país que armonizó con el extranjero, un país abierto en el cual la convivencia con lo diferente era lo normal.

Distinto caso es el del pueblo colombiano. Por lo que se puede saber fueron pocos los extranjeros que llegaron a territorio colombiano en el siglo XX. Son reducidos los círculos de las familias descendientes de extranjeros que pudieron haber hecho una contribución significativa a la cultura colombiana. A la inversa, Colombia fue un país que empujaba a sus ciudadanos a buscar su vida en otros lugares. La guerra, el conflicto armado y la pobreza han sido razones suficientes como para que los colombianos hayan decidido esparcirse en todo el mundo. Por lo tanto, el colombiano estaba acostumbrado a salir de su país, a ser recibido y no a recibir.

Estas características del pueblo colombiano contrastan considerablemente con el devenir del pueblo venezolano, el cual nunca estuvo acostumbrado a salir de su país. Los mayores movimientos migratorios en Venezuela se producían a lo interno del propio territorio nacional. Los venezolanos recibían, sí, pero jamás fueron recibidos pues nunca se lo plantearon, nunca lo necesitaron.

Ésta es la oportunidad a la que nos referimos. La oportunidad de los venezolanos de aprender (y aprehender) de las culturas a las que están llegando, y la oportunidad de los colombianos de conocerse a sí mismos a través de la recepción de los venezolanos que llegan a territorio nacional. No quiere decir esto que ninguna de las dos nacionalidades no aprendiera nada de sus experiencias anteriores al éxodo venezolano. La diversidad de las culturas que han llegado a Venezuela ha prefigurado y formado parte de la identidad cultural de todos los sectores de la sociedad, similar a la formación y configuración que ha tenido la identidad del colombiano a través de su llegada a otras latitudes.

Lo importante en este sentido es hacer provechoso el éxodo venezolano. Supone ésta una situación inédita para cada país, una situación en la que se ponen en juego los prejuicios e interpretaciones de cada nacionalidad, donde se cuestionen los límites de cada forma de entenderse con la vida. Las historias y tradiciones de ambas naciones se encuentran problematizadas gracias al movimiento migratorio actual. La interpretación de un mundo que se ve desarraigado entra en relación con la interpretación de un mundo que ve como novedad el encuentro con lo diferente, con lo desconocido.

Por un lado los venezolanos podrán apreciar positivamente las dificultades que se presentan normalmente en los movimientos migratorios, pues así podrán ponerse en el lugar de las distintas personas que en el pasado eligieron a Venezuela como destino. Podrán comprender de primera mano las razones y motivaciones de aquellos que en su momento también eligieron la vida del inmigrante. Los colombianos por su parte podrán brindar el apoyo que en su momento los mismos colombianos recibieron en el exterior. Podrán medir y perfeccionar su apertura hacia lo diferente, hacia lo que no les es propio. Podrán, en definitiva, desenvolverse en un escenario complejo del cual pueden aprender mucho sobre lo distinto y demasiado sobre sí mismos.

Al respecto no podemos olvidar que las condiciones del éxodo son bastante particulares. Jamás la región vivió un movimiento de personas de tal magnitud, jamás se vio en la América Latina moderna a una nación entera huir de unas condiciones de vida tan lamentables. Sin embargo, y a pesar de esto, la oportunidad prevalece.

Las dificultades no faltarán. La probabilidad indica que el movimiento de personas continuará y aumentará en la medida que la dictadura venezolana continúe en el poder. Los gobiernos de la región deben ser receptivos y aprender de la experiencia europea del año 2015. Fomentar la xenofobia no es una solución, sobre todo cuando el discurso que recurre al nacionalismo solo puede colaborar a empeorar la situación. Cerrar las fronteras sólo hará que las vías alternas se hagan de uso común, permitiendo así que vayan en aumento la trata de personas, el pago de vacunas y demás delitos que puedan perjudicar a los inmigrantes.

La solución a nuestro entender es ayudar a los que llegan. Saber hacer productivo el éxodo venezolano pasa por tener una gran sensibilidad y un alto sentido de responsabilidad. Son familias enteras las que dejan toda una vida a sus espaldas, son personas que sufren y padecen una situación crítica. Sea como fuera, se presenta una circunstancia nunca antes vista para ambos países y es necesario fomentar el sentido de oportunidad que esto representa para ambas naciones.

Qué pueden aprender los venezolanos de los colombianos y viceversa. Qué clase de elementos del mundo de vida venezolano pueden nutrir la concepción tradicionalista de los colombianos. Cuál ha sido la historia de Colombia, cómo puede ella ser un aprendizaje para los venezolanos. Qué pueden aprender ambos gentilicios de sus respectivos movimientos migratorios. Son varios los elementos que se ponen en discusión y que seguramente significarán una nueva manera de ver y de entender la relación entre ambos países.

Es una circunstancia que bien puede representar tanto un saldo positivo como un saldo negativo en el que se defrauden y decepcionen las expectativas de cada uno de los involucrados. No obstante, bien conviene rescatar el pensamiento que asume a la decepción como el sitio privilegiado en el que se genera un verdadero aprendizaje de la vida. Es decir, el sitio donde se hace una verdadera experiencia, el sitio en el cual se ensancha las limitaciones de nuestras concepciones de mundo, en el que en definitiva se aprende algo.

Quedará en la historia el camino recorrido por ambas naciones, las cuales, al ritmo que van las cosas, volverán a verse enredadas, mezcladas y hermanadas. Como siempre lo han sido y como siempre lo han debido ser.


[1]  No habría crisis de refugiados en Europa sin una crisis en Siria. Este éxodo no es más que la última etapa de un viaje más largo. Algunas personas huyen de las bombas que están cayendo en Siria; otras, de la desesperanza que suponen los campos de refugiados en la región.” En: https://elpais.com/cultura/2016/05/06/actualidad/1462528802_008032.html
[2]El cierre parcial de las fronteras reunirá a enormes grupos de personas desesperadas a lo largo del corredor de los Balcanes por donde han pasado cientos de miles de personas rumbo a países de la UE más prominentes, particularmente Alemania. Aunque los sirios son el mayor grupo entre quienes buscan asilo, cientos de miles de personas que huyen de la pobreza, como paquistaníes, bangladesíes y ceilaneses, también se han unido.” En: https://www.nacion.com/el-mundo/terrorismo/cuatro-paises-de-europa-cierran-frontera-a-migrantes-economicos/T4J4OUWIAJEPPLZWXXNS7G52QA/story/
[3]De acuerdo sobre la necesidad de reforzar las fronteras exteriores de la UE, los miembros del bloque siguen enfrentados sobre la responsabilidad de cada uno acerca de la forma de acoger a los miles de migrantes que intentan llegar a Europa como a quienes ya se encuentran en el continente.” En: https://www.elsoldemexico.com.mx/mundo/minicumbre-fracasa-europa-sigue-dividida-por-crisis-de-refugiados-1789615.html
[4]Para un continente con unos 500 millones de ciudadanos de la Unión Europa, el número de inmigrantes que tocan a su puerta no debería ser un problema: hasta el mes de junio, habían llegado este año unas 33.00 personas, menos de la mitad que en 2017. Grecia es el país que más refugiados acoge en relación con su población. La mayoría de los refugiados llega a España, seguida por Italia. Sin embargo, en casi todos los países de la Unión Europa, los populistas de derecha desempeñan un papel importante en la política. En algunos países también forman parte del gobierno. Su ascenso se debe en gran parte al miedo a lo extranjero.” En: https://www.dw.com/es/por-qu%C3%A9-la-ue-no-encuentra-soluci%C3%B3n-a-la-crisis-migratoria/a-44422932
[5]La crisis humanitaria desatada por la llegada de más de 4.000 venezolanos al día llevó a Ecuador a declarar hace dos semanas el Estado de Emergencia. Ahora piden el pasaporte a los venezolanos que quieran ingresar en el territorio, aunque se ha eliminado este requisito para los menores.” En: http://es.euronews.com/2018/08/20/la-crisis-migratoria-de-venezuela-pone-en-alerta-a-sus-vecinos
[6]La cifra de 2,3 millones es una estimación hecha por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) a junio de 2018, aunque Naciones Unidas no precisó la fecha de inicio del cálculo.” En: http://www.elcolombiano.com/internacional/venezuela/onu-2-3-venezolanos-han-dejado-el-pais-por-la-crisis-EF9160521
[7] Según una encuesta realizada por Consultores 21 S.A. entre noviembre y diciembre del año pasado, cuyos resultados fueron divulgados hoy en las redes sociales de esta empresa, en 29% de los hogares venezolanos han emigrado, en promedio, 1,97 miembros del núcleo familiar en los últimos años; considerando que en Venezuela hay 7,2 millones de hogares, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, son al menos 4 millones los ciudadanos que se han ido del país.” En: http://www.noticierodigital.com/2018/01/consultores-21-4-millones-venezolanos-emigrado-los-ultimos-anos/
[8]Un total de 547.000 venezolanos llegaron a Ecuador en lo que va de año escapando de la crisis que vive su país, informó hoy (10.08.2018) el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), que anunció más ayudas para el país anfitrión. "El éxodo de venezolanos desde su país es uno de los mayores movimientos masivos de población de la historia", señaló el portavoz Wiliam Spindler en una rueda de prensa en Ginebra.” En: https://www.dw.com/es/ecuador-recibe-casi-547000-refugiados-de-venezuela-en-2018-seg%C3%BAn-acnur/a-45041329  
[9]Hasta ahora, las personas están desesperadas por salir de Venezuela principalmente por el colapso económico, la hiperinflación; la gente pasa hambre, no tiene trabajo y se ven forzados a emigrar en busca de necesidades básicas.” En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45291398
[10] De acuerdo con la Policía Metropolitana de Cali, cada día ingresan cerca de 400 venezolanos a la ciudad. Si bien no se sabe cuántos de ellos la usan como un punto intermedio para seguir su camino hacia otros lugares de Suramérica, es claro que una gran cantidad se queda. Verlos en los semáforos pidiendo ayuda económica con carteles que cuentan sus historias se ha convertido en una escena común.” En: https://www.publimetro.co/co/cali/2018/08/23/venezolanos-en-cali.html
[11]En el Valle del Cauca se registraron 16.752 venezolanos, siendo el noveno departamento que más ha acogido a esta población.” En: https://www.elpais.com.co/colombia/mas-de-16-000-venezolanos-se-censaron-en-cali-y-el-valle-del-cauca.html
[12]El pueblo brasileño de Pacaraima, en la frontera con Venezuela, vivió momentos de tensión este sábado con un enfrentamiento entre vecinos e inmigrantes venezolanos, cuyos campamentos improvisados fueron destruidos e incendiados. El tumulto comenzó por la mañana, después de que un comerciante local resultara herido en la madrugada del viernes y sus familiares responsabilizaran a los venezolanos, que en el último año han intensificado su presencia en el pequeño municipio, de apenas 12.000 habitantes. En los enfrentamientos, tres brasileños resultaron heridos, según informó un portavoz de la Policía Militar, y no hubo detenidos. No hay informaciones sobre los venezolanos, muchos de los cuales, según imágenes divulgadas por habitantes de la ciudad, cruzaron la frontera de vuelta a su país.” En : https://elpais.com/internacional/2018/08/19/actualidad/1534664679_355249.html