-

[DESAPARECE AQUÍ]

domingo, 30 de marzo de 2014

Lo vivéncial a través de la jerga popular.

El siguiente es el resumen de un trabajo realizado por Steven F. González y Ralphy Rodríguez, durante septiembre y noviembre del año 2012. Dicha investigación fue hecha para la materia Métodos Cualitativos de la Escuela de Sociología de la UCV. Los autores se hacen responsables de todo lo escrito y desarrollado; no así de los opiniones de los lectores...

 

*
            Para poder acercarnos, como estudiantes de lo social, a la dinámica que da nacimiento a la nueva historia de nuestro contexto social se deben tener en cuenta todos los campos bajo los cuales se desarrolla dicho contexto; uno de ellos, de vital importancia y campo pilar del trabajo en cuestión es el lenguaje.
Hablar de lenguaje es hablar de  la historia, de la cultura y de las relaciones sociales. Es objetivar los símbolos y significados que otorgamos a cierta(s) vivencia(s), así como lo indican los autores Berger y Luckmann[1]. Bajo estos dos autores desenvolveremos la mayoría del enfoque teórico necesario, para tratar de hacer una aproximación a todo el campo de lo que envuelve el lenguaje, campo el cual posee una característica que hace que la investigación se torne más complicada; y es el hecho de que el lenguaje, específicamente la jerga, cuenta con un dinamismo avasallante en todo momento. Es decir, el lenguaje es cambiante en todo el sentido de la palabra ya que, por ejemplo, en periodos de cortas semanas puede haber expresiones o modismos a la hora de hablar completamente distinto a los utilizados inicialmente.
            Hacer cualquier determinación o pensar que con el trabajo llevado a cabo se puede entender toda la dinámica del lenguaje, mas aun en un contexto histórico y cultural como lo es en una zona popular, es caer en un error. En parte motivado a todos los factores históricos que en este campo puedan influir y como se menciono anteriormente, el dinamismo que se observa en estas zonas con respecto a sus relaciones sociales es muy grande.
Esta puede ser una de las hipótesis del porqué el campo del lenguaje, específicamente la jerga en sectores populares, es tan cambiante. Por este motivo la investigación que se llevó a cabo a jóvenes de edades entre 15 y 23 en un sector popular de Caracas (zona central, Parroquia 23 de enero, bloque 27), intenta hacer un ejercicio de comprensión del proceso de construcción discursiva que ahí se da, o mejor dicho, que ahí es creado y que va evolucionando; teniendo como resultado “nuevas” formas de entender lo social a partir de un fenómeno en particular, como lo es la manera en que puedan hablar algunas personas que habitan es esta zona de Caracas.
También se intenta hacer un acercamiento a las personas que formaron parte de la investigación para así conocer sus visiones de vida, códigos, símbolos y ver que se encuentra dentro de dicha práctica particular lingüística. Esto nos puede llevar a conocer como estas personas construyen su día a día y como la jerga puede modificar la manera en que dichos individuos ven y viven a la sociedad venezolana. El que estos sujetos sociales ejerzan su jerga como una manera para comunicarse entre ellos y neutralizar la presencia de lo exterior, del otro, ¿Se deberá a que la sociedad se lo exige, los obliga y los lleva a estas prácticas? ¿O nos habla esto de cierta autonomía? ¿De que dichos sujetos participan, moldean y crean el sentido del mundo que los rodea? Dichas interrogantes ya quedaría para futuras investigaciones, o la historia social ya se encargara de demostrar si es así o no.

**
            Como objetivos específicos de la investigación se plantearon solamente tres que nos permitieran poder utilizar herramientas o técnicas de investigación solamente cualitativas, esto debido a que se disponía de una población reducida por cual ameritaba un método investigativo que nos llevara más profundo dentro del área a tratar. Para esto se utilizaron Entrevistas a Profundidad para recabar datos de la boca de los principales actores, segundo fue una Observación minuciosa del área y la dinámica social misma de las personas que formaron parte de la investigación, conjuntamente con un diario de campo para no perder los datos que se evidenciaron en la observación llevada a cabo. Por ultimo se propuso realizar un pequeño diccionario de palabras propias de la jerga que se abría paso en la zona en donde se llevo a cabo la investigación, este con la finalidad de poder acercarnos mucho mas a la manera en que estos jóvenes veían los objetos o símbolos de su cotidianidad.
            Antes de poder dar los primeros pasos dentro de la investigación y gracias al aporte de la Doctora en Ciencias Sociales Maritza Montero se opto por englobar dichas herramientas investigativas, anteriormente mencionadas, en una metodología general llamada investigación-acción-participativa[2]. Esta metodología se caracteriza principalmente por poner al mismo nivel del investigador a la persona a la cual se le hará la investigación, es decir que ninguno de los dos posee mayor rango o se posiciona arriba que otro, sino que las dos partes (investigador e investigado) forman un equipo de mutuo aprendizaje y partiendo de este conocimiento conjunto nace una acción social.
                         
***
            ¿Qué aprendimos en esta investigación con respecto a la jerga y lo vivencial? Aprendimos que no hay mucho que aprender, sino más bien demasiado por aprehender. Esto en el sentido estricto expuesto previamente, donde establecíamos que, por ser producto de un mundo donde los jóvenes y sus las relaciones sociales giran en torno a la cotidianidad y al día a día, la jerga y el lenguaje en general cuentan con una capacidad de cambio verdaderamente increíble, cambio que en gran medida es entendido por medio del mundo de vida popular que es dador de sentido para los jóvenes que estudiamos. Muestra de ello lo pudimos observar al mes de haber realizado la investigación cuando al acercarnos de nuevo al sitio de estudio nos encontramos con un nuevo y diferente grupo de expresiones que no habíamos oído durante el periodo de la investigación.
            Y es aquí donde entra una categoría que para uno de nuestros sujetos entrevistados es de suma importancia en su mundo de vida: la calle. Pero no la calle como un paso peatonal, tampoco como un sitio concreto ni una calle pavimentada. La calle más bien como una abstracción en donde a ellos se le presenta la oportunidad y el privilegio de presenciar lo que no todo el mundo puede presenciar; puede ser una fiesta en un espacio reducido o un tiroteo a pocos metros de distancia. La calle en sí donde ellos se pueden diferenciar del resto, de lo exterior a sus vidas y creencias.
Es una calle donde ellos son, no solo testigos, sino también participantes. Es una calle donde el confort se encuentra exterior a las instituciones y a lo tradicional.  En este sentido específico los entrevistados tomaban su realidad particular como una un tanto outsider: una fuera de lo normal y lo regular en la ciudad capital. Es decir, la calle, que es dadora de sentido, es propia, es única y no se encuentra en ningún otro rincón. Su calle es el oeste, es el barrio, es la Caracas violenta, es la “verdadera” Venezuela
            ¿Qué nos dice esto? Que la jerga cohesiona a quienes hacen practica de ella pero a su vez marca un territorio. Agrupa pero diferencia. La jerga es un “ser y estar” para quienes la crean pero también un “evaluar y diferenciar” con respecto de los que no forman parte de ella.
            Y precisamente en este terreno es donde el aprehender nos es de vital importancia. Vivimos en una ciudad donde más del 60% de sus habitantes residen en el denominado mundo de vida popular y donde pareciera a veces que el adentrarse a dicho mundo de vida no pasa del imposible. Pero si a partir de un fenómeno, que pasa tan desapercibido como lo es el de la jerga, se obtienen claves y símbolos que dan sentido a dicho mundo de vida ¿Por qué no abrir los espacios de estudio con respecto a otros ámbitos donde podamos comprender y aprehender los sentidos a esa otra ciudad, a esa “otra” Venezuela?
            Creemos particularmente que la manera, bajo la cual la academia, la sociedad y la política se aproximan a la idea de la calle es muy prejuiciosa, muy corta y (en el plano político) muy electoral. El porqué de esto es de causa histórica y de consecuencia cortoplacista. No podemos pretender responder a nuestro país desde un discurso moldeado a fines específicos. Respondamos a nuestro país, a su gente, a sus costumbres y a su identidad a partir de la compresión.
            El gran reto se encuentra ahí, en comprender nuestra sociedad por medio del situarnos no como objetos sino como sujetos hacedores de la cotidianidad, del día a día y del sentido de la venezolanidad. Venezolanidad al fin, que si unos y otros La -Crean, significa que todos La-Creamos.




[1] Berger Peter L. y Luckmann Thomas. (1968)  La construcción social de la realidad. decimo séptima reimpresión. 
[2] Montero Maritza. Psicología Social Comunitaria: Teoría, Método y Experiencia (1994), Universidad de Guadalajara

No hay comentarios:

Publicar un comentario