He aquí otro personaje de nuestro insólito universo académico: José Ángel Lucena. Es un sociólogo imaginado, un personaje ficticio que sirve para retratar a los intelectuales que vivieron y gozaron una bola con el auge del chavismo. Ídolos a lo interno de los claustros universitarios, vitoreados al final de cada asamblea, rockstars de las ciencias sociales venezolanas. Descubridores de palabras impronunciables, rebeldes a los horarios de aula, transgresores de cualquier signo institucional. También, por qué no, hermeneutas de la destrucción.
Algunos han reajustado un poco el discurso, otros permanecen fieles al ideal revolucionario. Ilustrados y oportunistas, siempre a la altura de la circunstancia.
2009
Algunos han reajustado un poco el discurso, otros permanecen fieles al ideal revolucionario. Ilustrados y oportunistas, siempre a la altura de la circunstancia.
2009
Fragmentos recogidos del derecho de palabra del
sociólogo José Ángel Lucena.
Asamblea: “1x1x1: el fin de la burocracia
universitaria”.
Escuela de Sociología de la UCV. Caracas,
Venezuela.
“La realidad de la universidad venezolana ha de
cambiar. No es posible mantener las condiciones que la sostienen, ni es posible
mantener las aberrantes cadenas que nos mantienen unidos a una retrograda
racionalidad burocrática.”
(…)
“Si bien es
cierto que las promesas de occidente lucen seductoras, también es verdad que
hay otras grandes verdades. La nuestra es una que debe y merece ser vivida,
pensada desde nuestros parámetros de cognición particular.
Y fíjense algo,
hago la crítica a occidente considerándome y considerándonos ante todo como
individuaciones del proyecto euro-centrado. Nada nuevo con relación a ello; sin
embargo, nuestra propuesta siempre ha sido la de aperturar, la de abrir ese espacio de exégesis que se nos permite a
partir de la última gran práctica ilustrada: la democracia.”
(…)
“En efecto,
criticamos la modernidad y a Occidente considerándonos existencias atrapadas y
amalgamadas a la cadena de producción capitalista. Por más que luchemos, y
debido a nuestra ubicación geopolítica, aún tendremos un nexo con Occidente y
sus formalismos.
En ese sentido
podemos traer a colación una verdad que la derecha jamás admitirá: nosotros
elegimos rescatar a la democracia, no como formalismo o procedimiento, tampoco
como delegación de tareas, sino como participación activa del pueblo en su
que-hacer político, histórico, cultural y estético.”
(…)
“El gen
maligno de Occidente en nuestro caso se manifiesta por la vía burocrática. En el
caso específico de la universidad venezolana la burocracia funciona como
privación democrática. La institución se niega a reformularse en beneficio de
los intereses de ciertas élites académicas y económicas.
No es una
sorpresa, entonces, descubrir el talante anti-democrático de la universidad
venezolana. Por medios de sus instituciones y sus profesionales se encarga de
negar la posibilidad de participación activa de todos y todas."
(…)
"Nosotros
buscamos un espacio para la emancipación.
Emancipación
en el sentido de que todos y todas nos veamos en la capacidad real de velar por
nuestras vidas, discernir si las decisiones que tomamos son correspondientes a
la episteme de nuestra particularidad histórica.
La tarea es
precisamente no delegar nuestras vidas, no entregar a los movimientos sociales
al vacuo contenido de los profesionales de las instituciones no sólo de la
universidad sino del Estado como un todo.”
(…)
“Desde el
proyecto comunal que se ha venido discutiendo durante el último año se avizora
dicha posibilidad. Romper con la hegemonía del capital, revertir la tendencia,
ir en consonancia con el sentir de las estéticas de nuestra región, empoderar al
pueblo en la toma de decisiones, que el
poder fluya de abajo hacia arriba, todas grandes tareas y logros que distinguen
el ethos de nuestra última década.”
(…)
“La
universidad no puede permanecer ciega ante los cambios del mundo.
Debe aperturarse, iniciar este proceso de
democratización radical del que ya está siendo participe la población
venezolana. Veamos el ejemplo de las liberaciones (pues son varias) que se dan
a través del andamiaje de los Consejos Comunales: es ahí donde subyace la
verdadera y genuina práctica emancipadora de un pueblo concientizado consigo
mismo y con su historia.”
(…)
“La nuestra no
es una propuesta política en ese sentido, sino un imperativo ético que demanda
la liberación del individuo de la dominación capitalista que aún pervive en la
universidad venezolana de nuestros días.”
(…)
“Con el fin de
la burocracia, del capitalismo y el nexo cuasi-colonial que se mantiene,
iniciamos un nuevo periodo histórico de auge progresista y de independencia
nacional. Ahora todos disfrutamos de los beneficios de la renta petrolera, que
ya no forma parte de una práctica populista de asistencialismo social manejada
por grupúsculos entreguistas, sino que ahora pasa a ser una herramienta de ascenso social de todas
y cada una de las personas que conforman a la nación.”
(…)
“En nuestro
caso específico, debemos abogar por un pensamiento académico liberado de su
actual flagelo corporativista. La democracia y la participación deben ser
nuestras banderas.
Es por ello
que reiteramos nuestra consigna como una invitación a repensar las relaciones
de dominación a las que nos vemos sujetos. Sólo un pueblo libre de dominación y
manipulación, consciente de sí mismo y dispuesto a dar la lucha por la
revolución puede salvarse a sí mismo.”
(Aplausos)
2017
Fragmentos de entrevista realizada al sociólogo
José Ángel Lucena.
Título: “Sociólogo venezolano defiende legitimidad
de Constituyente Comunal.”
CLACSO. Buenos Aires, Argentina.
“No puede negarse la crisis que vive Venezuela.
Evidentemente el proceso iniciado con Hugo Chávez
jamás contó con características propias de un modelo de sociedad comunal: hubo
algunos atisbos, ciertos acercamientos, pero al final las desviaciones
terminaron absorbiendo la transformación que se estaba dando a lo interno del
país.
Dicho esto
vale la pena recalcar que la Guerra Económica y el agotamiento del modelo
rentista han sido las principales causas de la crisis. A ambas fuerzas debemos
las bajas que, momentáneamente, afectan el campo revolucionario.”
(…)
“Es por ello
que el Proceso Constituyente Comunal es un espacio necesario. Sabemos que es
desechado por todos aquellos que quieren ver al país en llamas, pero hay que
ver también su potencialidad para devolver la paz al país. Puede tanto eliminar
la posibilidad latente del intervencionismo internacional como estabilizar el
marco institucional.”
(…)
“La oposición
quiere vender la Constituyente como un artilugio anti-democrático, pero fíjense
una cosa: en una realidad tan convulsionada como la nuestra, someter el
proyecto comunal a un leguleyo electoral puede complicar los escenarios de asistencia
y justicia social, equidad territorial, soberanía nacional, entre otros.
Hay que tomar
en cuenta, entonces, que los formalismos burgueses de la derecha pueden hacer
peligrar al proceso revolucionario. Y ante eso hay que estar atentos.”
(…)
“Es por eso
que apelamos a un cuerpo de delegados de diversas ramas. Suya es la tarea de
velar por el futuro de la revolución, repensar el marco institucional, evaluar
el agotamiento del modelo rentista, revisar las posibilidades del socialismo en
el nuevo escenario de post-progresismo y de advenimiento del modelo
neo-conservador de derecha.”
(…)
“No es negar
el derecho de las personas a sufragar, es adecuar su elección por medio de una
vanguardia formada para salvaguardar los logros e intereses de la clase obrera.
No se deroga la emancipación, sólo se busca una interpretación ajustada a las
exigencias de este periodo histórico que actualmente vivimos.
Se busca de
esa manera la lectura de determinados sectores representativos de la sociedad,
una intermediación que asegure un diálogo no-violento sobre el devenir de
nuestro país.
Todo en el
marco de la institucionalidad que bien han explicados las colegas del Consejo
Nacional Electoral.”
(…)
“Tendríamos que
pensar esta situación en el contexto de la figura de Chávez, ¿qué sería de
nosotros sin él? ¿Dónde estaría la izquierda sin su empuje, sin su ímpetu?
Seguramente en la nada, seguramente en el marasmo a donde arrojaríamos al
pueblo si eligiésemos no acompañarlo en esta terrible crisis.”
(…)
“Toca purgar a
la sociedad de quienes la someten al terror de la violencia. Dar la batalla
final y derrotar a la derecha recalcitrante que nos amenaza día a día. Dicha
tarea no puede ser dejada al azar, ni ser objeto de un análisis
pequeño-burgués. Los sectores vivos de la sociedad deben atender la
convocatoria.”
(…)
“Es necesario
dialogar, socializar y acompañar las aspiraciones de todas esas personas que
quieren que el país vuelva al sendero de la paz y el entendimiento. Porque el
pueblo no ha olvidado todo lo aprendido y adquirido durante el proceso. No obstante,
es necesario que el cambio paradigmático que estamos a punto de dar sea
acompañado por los más capacitados, por los representantes del genuino y
verdadero sentir popular.”
(…)
“Sólo los
intelectuales y el Estado pueden salvar a la sociedad. Salvarla, sí, inclusive
de sí misma…”